Los cambios de color/patrón provocados por fluctuaciones de temperatura (por ejemplo, mostrar el logotipo cuando hace frío y volverse transparente cuando hace calor) pueden despertar la curiosidad de los consumidores y convertirse en el "punto temático inherente" del producto, especialmente adecuado para bienes de consumo masivo como alimentos y bebidas para atraer a las generaciones más jóvenes.